la música disco
La
música disco inició en 1973, pasando por su apogeo, su fase de meseta,
su orgasmo en 1978, su fase de resolución y finalizando con su ocaso en
1984. Ha sido uno de los fenómenos musicales más interesantes en la
historia musical del siglo XX.
Disco
es el género más polémico que ha dado la música popular desde la
aparición de Los Beatles. Polémico porque o la quieres o la odias, más
no le eres indiferente. No es rock and roll; es más, los "rockeros
clásicos" detestan la música disco Recordemos que en 1978 las radios
hacían encuestas para saber quienes eran mejores, si los Beatles o los
Bee-Gees, y que luego, saturados por tanto stayin' aliiiiive aprendimos
a odiarlos. Durante el auge máximo, se hacían eventos multitudinarios
donde los "verdaderos" amantes de la "buena música" destruían discos de
45RPM y LPs, rompiéndolos y hasta haciéndolos detonar. Si no es rock and
roll, ¿qué es? ¿Soul acelerado? Probablemente. Recordemos que muchas de
las canciones disco eran originalmente baladas que, al acelerarse, se
convertían en números bailables. George Clinton definió a la música
disco como música Funky a la cual el ritmo se le había alterado de tal
manera que no hayan blancas en las barras, sino solamente negras. Al ser un ritmo constante, un golpeo de bombo de 4/4, puede llegar a saturar y a molestar.
La
Disco molestó, claro que sí, pero la mediocridad de las nuevas melodías
de los noventas hizo que reapareciera en 1995, apoyada por bandas como
Jamiroquai, por el auge de los D.Js de música trance y por películas
como Priscilla, Queen Of The Desert¸ Muriel´s Wedding (sobre todo con la música de ABBA) y recientemente Boogie Nights y 54. Madre de la música electrónica y de los raves,
la Disco Music encontró en la década pasada un excelente catalizador.
Resulta que la música disco es música para bailar, y lo curioso es que,
rayos, es bastante buena si uno quiere mover el esqueleto. Efectiva para
sacudir las caderas, sudar un poco y quemar grasas, es la banda sonora
de nuestra vida diaria. Yendo al trabajo, la radio adulto-contemporánea
nos suelta I will survive. Unos la pueden tomar como un grito de guerra, otros como un himno gay. Uno puede escuchar I love the nightlife mientras baila con la chica más guapa de la fiesta o mientras llora por el amor no correspondido en la esquina de ésta... please don´t talk about love tonight... es música para olvidar las penas bailándolas; y con sus líneas de bajo y sus percusiones, funciona.
El
rock sigue siendo el rey de la escena musical contemporánea, y lo
seguirá siendo por mucho tiempo más, pero en los setentas quedó
constancia de que no era invensible; por unos años, la onda disco se
impuso, quitándole el cetro de poder...por unos años...los hombres y
mujeres de color, latinos, todas las minorías...fueron superiores
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